A cuatro días de la Cumbre del G7 en Biarritz, el movimiento comenzo a ser notable en la frontera.
La mañana del 20 de agosto los ojos han estuvieron puestos en el Aeropuerto de Hondarribia, donde ha tomó tierra y por breve tiempo un avión Boing C-17 de las fuerzas aéreas estadounidenses. Un ‘Globemaster’ de 53 metros de largo, que ha dejado pequeño el ya de por sí chico Aeropuerto de Hondarribia.
Durante el tiempo que permaneció en las instalaciones, una veintena de trabajadores, junto a una docena de militares estadounidenses, descargaron del interior de la aeronave numeroso material para la cumbre del G-7 que se iniciará el viernes en Biarritz.
Entre cajas y bultos, lo más preciado sin duda era el Marine One, un helicóptero VH-60N Whitehawk que pilota el Cuerpo de Marines y que se utiliza para los desplazamientos del presidente Trump (el vicepresidente viaja en el Marine Two).
El helicóptero, también de grandes dimensiones, quedó alojado en el hangar del aeropuerto, según confirmaron las mismas fuentes de Aena. Trump suele desplazarse en el Marine One y en la limusina presidencial en todos sus desplazamientos, ya sean en EEUU o fuera de su país. En el caso del Marine One, acostumbran a volar varios helicópteros idénticos al mismo tiempo, en ocasiones hasta cinco, como medida de seguridad.
1.427 metros es la longitud que tiene la pista de Hondarribia para la maniobra de aterrizaje, y 1.577 para la de despegue. Su longitud limita la operatividad de los aviones comerciales. Sin embargo, cargueros como el Boeing C-17 tienen unas características que les permiten aterrizar en una pista con una longitud tan limitada.